TEORIA
DEL REFUERZO.
Es un planteamiento conductual que
argumenta que los refuerzos condicionan el comportamiento, es decir, un
administrador que motive a sus empleados alentando los comportamientos
deseados, que recompensen la productividad, el alto desempeño y el compromiso y
que desalienten los comportamientos no deseados, como el ausentismo, el deterioro de desempeño y las
ineficiencias.
Teoría del reforzamiento de Skinner
Según Skinner el ser humano aprende
mediante las consecuencias que acarrea sus acciones, es decir, según los
estímulos que recibimos y los refuerzos que nos proporciona.
Por tanto, son los refuerzos que recibimos
los que condicionan nuestro comportamiento.
La teoría de reforzamiento de B.F. Skinner
sostiene que para la motivación de los empleados no es necesario ni entender
sus necesidades, como proponen las teorías del contenido de la motivación, ni
tampoco entender las razones por las cuales los empleados eligen satisfacerlas,
tal como proponen las teorías del proceso de la motivación.
Skinner propone que el administrador solo
necesita entender la relación entre las conductas y sus consecuencias para
poder crear condiciones de trabajo que alienten las conductas deseables y
desalientes las indeseables. El comportamiento se aprende mediante sus
consecuencias positivas o negativas.
Tipos de reforzamiento:
Positivo – por medio de elogios a las
mejoras y conductas que se desea alentar.
Negativo o evitaciòn – establecimiento de
reglas que el empleado busca cumplir para evitar una reprimenda.
Extinción – se elimina el reforzamiento
positivo, es decir, el empleado pierde un beneficio y elogio por buen resultado
o conducta
Castigo – el comportamiento indeseado
genera una consecuencia como acción disciplinaria, advertencia formal al
empleado, multa o despido.
La modificación de conducta, basada en el
condicionamiento operante, ha sido aplicada al contexto industrial y
organizacional. Teoría que difiere de las presentadas porque defiende que la
mayor parte de la conducta está determinada ambientalmente y no en función de
los procesos cognitivos y motivacionales interiores al organismo. El factor
central para el control del comportamiento es el refuerzo. Un refuerzo es cualquier
consecuencia que, cuando sigue inmediatamente a una respuesta, aumenta la
probabilidad de que esa respuesta se repita posteriormente.
Pocos estudios han examinado
sistemáticamente las tesis del condicionamiento operante en ese contexto. Los
estudios se han dirigido en 2 direcciones: unos introducen algún tipo de
procedimiento descrito como reforzante y comparan la conducta de los sujetos en
condiciones de refuerzo con la de otros que no están en esas condiciones.
Estudios como los de Adams (1975) y Komaki y cols. (1977) señalan que el
refuerzo incrementa el rendimiento; otros estudios tratan de determinar la
eficacia diferencial de los distintos programas de refuerzos. Se estudian los
refuerzos de razón fija, los de razón variable y los de carácter continuo. Los
resultados de estos estudios son contradictorios y parece que existe poca
diferencia en el empleo de unos u otros por lo que se refiere al rendimiento en
la organización.
El problema al investigar el
condicionamiento operante en contextos organizacionales es conceptual y
metodológico. En muchos casos la definición de programas de refuerzo son
inconsistentes y no se adaptan a las definiciones originales proporcionadas por
Skinner. Respecto al aspecto metodológico, es difícil probar los efectos del refuerzo
sobre el comportamiento dado que con su uso suele introducirse el empleo de
otros factores que podrían ser responsables de los resultados obtenidos.
Locke (1977) señala que la existencia de un
amplio número de factores diferentes del refuerzo que pueden explicar los
resultados obtenidos en investigaciones donde pretendidamente se trata de
probar los efectos del refuerzo sobre el comportamiento. Defiende que el
refuerzo afecta a la acción a través de los objetivos, las expectativas y otros
procesos cognitivos. La dificultad conceptual de delimitación del concepto de
refuerzo, de respuesta y de programas de refuerzo y la dificultad metodológica
que impide aislar los efectos del refuerzo de otros que suelen ir unidos en los
programas de modificación de conducta, éste es un procedimiento utilizado en
las organizaciones, los trabajos de investigación publicados sean relativamente
pocos y, por lo general, no concluyentes.
PROGRAMAS DE REFUERZO.
El tiempo de los refuerzos o las
recompensas afecta notablemente el impacto que estos tienen. Los programas de
refuerzo tienen dos elementos; el primero es la oportunidad del refuerzo en
relación con el comportamiento que se refuerza; el segundo es la frecuencia del
refuerzo. Los refuerzos administrados de acuerdo a un programa de intervalos se
asocian con el transcurso de una cantidad limitada de tiempo. Los recursos
administrados con base en un programa de porcentajes se asocian con el
cumplimiento de una serie determinada de comportamiento. El hecho de recibir cierto
salario por un nivel establecido de producción o ventas, que se conocen como
sistema a destajo o por comisiones, respectivamente, representan, programas de
porcentajes.
PROGRAMAS DE LA MODIFICACIÓN DE LA
CONDUCTA.
Los administradores pueden aumentar el poder
de los salarios y las prestaciones asociándolos con los niveles desempeño,
también pueden ofrecer bonos o pagos únicos para recompensar un comportamiento
particularmente creativo o productivo.
REFORSAMIENTO.
En psicología (en particular, en conductismo),
se llama reforzamiento al procedimiento mediante el cual la aplicación de un
estímulo (llamado reforzador) hace que aumente la probabilidad de que una
conducta se repita en el futuro. El reforzador, al igual que los estímulos
aversivos, se define en función de su efecto sobre la conducta, no por sus
características inherentes. Es decir, aunque un estímulo pueda ser considerado
en general como reforzador no lo será en los casos en que no haga más probable
una conducta. Por ejemplo, la comida suele ser considerada como reforzador,
pero para una persona que padece anorexia se considera un estímulo aversivo.
La definición de reforzador se ha
considerado a veces como circular: el reforzador es lo que refuerza la
conducta; si la conducta es reforzada por un estímulo es que éste resulta
reforzador. Paul E. Meehl propuso, en la década de 1950, el concepto de
transituacionalidad para resolver este problema.
Reforzador intrínseco o extrínseco
A menudo se ha discutido si el reforzador
debía tener cualidades intrínsecas o no, estas propiedades intrínsecas, de
naturaleza biológica de algunos reforzadores no han sido unánimemente
aceptadas. En todo caso, habrían de ir unidas a otros conceptos como el de
privación (incluso la comida no actúa como reforzador sin hambre):
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